HIMNOS CON LA C - D



CAMINANDO

Caminando, caminando

por el mundo del dolor

dirigimos nuestros pasos

al Palacio del Señor.

CORO

Vamos todos, vamos sí

a vivir con el Señor

adorando y alabando

para siempre al Salvador.

¡Oh venid! y vuestras voces

con las nuestras pronto unid,

pecadores, y el consuelo

sempiterno recibid.

Es estrecha nuestra senda

más Jesús el Salvador

nos sostiene y nos alienta

con su gracia y con su amor.

Caminando, caminando

Sin mirar jamás atrás

y obtendremos la Corona

de la vida terrenal.



CANTAN LOS ANGELES CON DULCE VOZ 


Cantan los ángeles con dulce voz

cantan los hombres con sonora voz

Cristo vendrá nuestro Rey Salvador,

Cristo vendrá otra vez.

CORO

Viene otra vez, viene otra vez,

en gloria viene al mundo otra vez.

Viene otra vez, viene otra vez,

él viene pronto a reinar.

Ved en la tierra, los aires y el mar

Grandes señales cumpliéndose ya,

todo indicando que pronto vendrá

Nuestro glorioso Señor.

Todos los muertos en Cristo saldrán

de sus sepulcros y alegres irán

para encontrar a su Rey vencedor,

Cristo vendrá otra vez.

Ven en las nubes, oh buen Salvador,

ven a la tierra gloriosa a reinar,

ven que tu Iglesia te espera, Señor

Cristo, vendrá otra vez.



CANTARE CANTARE DEL HERMOSO PAIS

Cantaré, cantaré del hermoso País.

el lejano glorioso jardín,

donde ha de vivir el alma feliz.

Mientras vuelan los siglos sin fin.

¡Oh, la patria del alma! en sueños se ve,

sus muros de jaspe y cristal

y cercano parece el bello Edén,

radiante con luz Celestial.

Y el árbol de vida florece allá

y corre el río de amor;

y jamás en la Santa Ciudad entrará

ni la muerte ni amargo dolor.

¡Oh, cuán dulce será en el santo País!

pasadas las penas aquí.

volveremos a ser en la vida feliz,

que nos queda con Cristo allí.



 CANTARE LA MARAVILLA

Cantaré la maravilla

que Jesús murió por mí;

cómo allá en el calvario

dio su sangre carmesí.

CORO

Cantaré la bella historia

de Jesús mi Salvador.

Y con Santos en la Gloria

a Jesús daré loor.

Cristo vino a rescatarme,

vil, perdido me encontró;

con su mano fiel y tierna

al redil él me llevó.

Mis heridas y dolores

el Señor Jesús sanó;

del pecado y los temores

su poder me libertó.

En el río de la muerte

el Señor me guardará,

en su amor tan fiel y fuerte,

que jamás me dejará. 



CARIÑOSO SALVADOR

Cariñoso Salvador,

huyo de la tempestad

a tu seno protector,

fiándome de tu bondad.

Sálvame, señor Jesús.

De las olas del turbión

hasta el puerto de salud

guía mi pobre embarcación.

Otro asilo ninguno hay,

indefenso acudo a tí.

Mi necesidad me trae,

porque mi peligro ví.

Solamente en tí, Señor,

creo hallar consuelo y luz;

vengo lleno de temor

a los pies de mi Jesús.

Cristo, encuentro todo en ti

Y no necesito más,

caído, me pusiste en pie;

débil, ánimo me das.

Al enfermo das salud,

guía tierno al que no vé;

con amor y gratitud

tu bondad ensalzaré.



CAUTIVO ERA DE SATAN

Cautivo era de satán,

por mis maldades oprimido.

Perderme fue siempre su afán,

mas Cristo al fin me libertó.

CORO

Diré a todos mi historia:

Feliz y libre estoy,

Feliz y libre estoy,

ADios loor, a Dios loor,

por su gloriosa libertad.

Emancipado ya del mal

emprenderé divina lucha

con Cristo insigne General

invicto siempre yo seré.

Jesús Caudillo Inmortal

al mundo vino por librarnos

de la vil opresión del mal

y darnos dulce libertad.

Después de lidia terrenal

el premio celestial aguarda

al vencedor quien vivirá

por siempre libre de maldad.



COMISIONADOS DEL SEÑOR

Comisionados del Señor

venimos a contar

que Jesucristo sangre dió

al mundo por salvar.

Atentos perseguimos hoy

tan importante fin

y pregonamos por doquier:

"Ya suena el clarín".

CORO

A proclamar:

"Muy cerca el Reino está"

¡aún más allá!

"Muy cerca el reino esta"

Henos aquí, oh pecador;

la voz de amor oíd.

Dejad el mal, volved al bien,

Y vida recibid.

¿Por qué más tiempo peligrar

tu alma inmortal?

Jesús el precio ya pagó

por todos, imparcial.

Del cielo habla el Señor

con voz de gran poder,

mandando salvación buscar,

su rostro para ver.

Con pocos días más acá

y has de terminar

tu vida y tu trabajar,

y cuentas habrás de dar.

Pués no demores más: ¡oh! ven,

escucha, pecador:

Entraga ya tu triste ser

a Cristo, tu Señor.

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